Tu
abogada cheta nos hizo pasar a su oficina del décimo piso, es amable
porque los chetos son amables. Repartió las copias del acuerdo y no
paró de hablar. Me buscaba la mirada todo el tiempo y yo la bajaba
para leer, insistía en que todo estaba bien, que era lo que habíamos
hablado. Y todo parecía bien pero me di cuenta que algo raro.
Casi
no digo nada, nunca había visto un acuerdo provisional, ni cautelar,
ni cláusulas, no conozco el detalle, ya las palabras me marean. ¿Por
qué nos metiste en esto? Casi no digo pero dije que algo raro (la
confianza debe ser mayor que el miedo). Resulta que tu abogada me
había dado una copia con una hoja menos. Sólo a mí me faltaba una
parte, tu copia y la de ella estaban completas.
Te
reíste nervioso y rojo. Ella sacó otra copia que decía todo y me
la dío. Me costaba leerla porque ella hablaba y hablaba. Repetía
las cosas, me interpelaba. Justo la hoja faltante era re polémica,
habías hecho cambios malísimos para nuestra vida que nunca dijiste
y que casi no leo.
Mi
abogada llegó un poco tarde porque venía de dar clase, dejó sobre
el escritorio un cuaderno y unas fotocopias sobre aborto no punible,
hablaba poco y tranquila. Le mostré las cláusulas insólitas, las
discutimos, te pusiste más rojo y te plantaste. Por esto tenía
miedo, pero te las discutí a muerte, defendí mis puntos, con
argumentos sólidos bajé cada una, tu abogada quedó en cero y te
soltó la mano. Te di batalla en esa oficina para cuidarlo (el amor
tiene que ser más grande que el miedo).
Imprimieron
cuatro copias completas del nuevo acuerdo y firmamos. Estaba re
nerviosa, me sentía sola, ¿vos también? y todo me parecía una
mierda. Los días previos yo estaba re enojada con vos, lloraba, no
podía creer lo que intentabas hacer. Pero cuando te enojaste me dí
cuenta que había ganado.
Te
vi llorar. Tuve el impulso de tocarte pero no lo hice y un poco me
arrepiento,o un sentimiento parecido. Había contenido todas las
emociones para tratar de ser inteligente y tranquila. Pero te
desbordaste vos y en vos me vi a mí y éramos un poco lo mismo. Te
vi sufriendo y dejaste de ser mi enemigo y quise que estés bien.
Pero no te toqué. Te tapabas la cara y no viste que estiré la mano
y la guardé.
Quiero
que sepas que cuando te vi mal tuve ganas de abrazarte.
¿Llorabas
de bronca o de tristeza?
Ahora
que se me fue un poco el enojo y siento más bien pena, quiero que
sepas que de verdad lamento que hayamos terminado así.
Quiero
que sepas que cuando escucho Head On todavía pienso en vos.
También
quiero que sepas que lo bueno no se rompe, que de este lado somos dos
y si te metés con eso te va a caber.
Mañana tomás un avión, yo me quedo y como siempre lo voy a proteger (la verdad es más grande que el miedo).
Mañana tomás un avión, yo me quedo y como siempre lo voy a proteger (la verdad es más grande que el miedo).
EXCELENTE!!! Muy triste....
ResponderEliminarGracias!
EliminarEs amor, puro. Finalmente. Abrazos
ResponderEliminarla lectura en lubi podcast es increíble
ResponderEliminarsiiii lo es!
ResponderEliminar