domingo, 24 de junio de 2018


Estoy desquiciada lo sé, se me sale la chain. Pero qué onda con esto. Explicame a Eugenia Vidal. Odio la política, me va a volver gris, va a matar la belleza y la poesía. Bajo la ruedita del mouse y miro fb, odio, elimino gente.
Eugenia Vidal tiene cara típica de chupa pija. No ni ahí, es re virgo. Posta, complaciente y vacía. Pero no la puedo putear a la cara, se me sale la cadena con todos, le grito a cualquiera: sos tan grasa y violento seguro votaste a macri.
En serio, qué onda esto. Tengo miedo de no poder pelear las leyes de género, me quedo más sola.
Tengo miedo al fin de la poesía, aunque la contracultura siempre fue divertida me había acostumbrado a la primavera y a comer cereales todos los días. Qué será de los niños conicet, peor, qué será de mí.
Basta quiero relajar, pero en serio, esto es el opus dei. Plan semanal despeje vamos a jugar al fútbol, Romi nos busca a todas en shorts y medias, noche de calor. Qué onda el otro equipo? Ro en el auto nos dice, estas casi todas votaron a macri, que???? Creí que las chicas que jugaban al fútbol no eran fachas, se ve que soy una boluda que cree que las que juegan son feministas. Estas son paquis. Llegamos, están de amarillo, todas, la camiseta, los botines, algo pero todas. Es una provocación. Me ajusto los cordones y odio, les vamos a reconretraganar .
Mentira, son grandes son grosas son fuertes, nos cagan a goles y a trompadas. Pegan como hombres, ponen el cuerpo como hombres y en el piso lamo mis heridas. Me pegan codazos pelotazos me tiran. Me duele la costilla, el brazo la otra pierna. Tengo moretones y nuevas heridas. Y nos re cagan a goles, como 15 a 2 o más dejamos de contar, de jugar de creer. Logramos nada, estamos desordenadas, después desesperadas, último aburridas. Caño caño, gol, posta ¿Eso pasó? Jadeando pedimos el arco, la noche de calor se nos hace sudor en la nuca.
Y nos matan. Me voy enojada, con la pechera salpicada en sangre y lágrimas, tiro cien pesos, ¿no te comes una paty? Me dicen. Ni en pedo, te odio. No como carne ni lastimo humanos. Me duele todo y me ganaron.
¿Qué onda con esto? El mal está ganando, los malos están fuertes y es su momento.
¿Sabes qué? Si ganaron. Pero a mí me gusta la resistencia, pégame si te hace bien. Hoy quiero matar y morir por todos, pero hoy. Esto se me va a pasar, voy a resistir los goles, los golpes y la humillación, voy a resistir los cantos, los bailes, las mentiras, las selfies. Voy a resistir la gilada. Y amo mis moretones.
Y mejor que todo voy a dejar de odiar, voy a estar super alegre, y contenta y me voy a  volver a enamorar. En la resistencia se escribe, en la resistencia se vive y se coge mejor.

x

miércoles, 23 de mayo de 2018

On


Tu abogada cheta nos hizo pasar a su oficina del décimo piso, es amable porque los chetos son amables. Repartió las copias del acuerdo y no paró de hablar. Me buscaba la mirada todo el tiempo y yo la bajaba para leer, insistía en que todo estaba bien, que era lo que habíamos hablado. Y todo parecía bien pero me di cuenta que algo raro.
Casi no digo nada, nunca había visto un acuerdo provisional, ni cautelar, ni cláusulas, no conozco el detalle, ya las palabras me marean. ¿Por qué nos metiste en esto? Casi no digo pero dije que algo raro (la confianza debe ser mayor que el miedo). Resulta que tu abogada me había dado una copia con una hoja menos. Sólo a mí me faltaba una parte, tu copia y la de ella estaban completas.
Te reíste nervioso y rojo. Ella sacó otra copia que decía todo y me la dío. Me costaba leerla porque ella hablaba y hablaba. Repetía las cosas, me interpelaba. Justo la hoja faltante era re polémica, habías hecho cambios malísimos para nuestra vida que nunca dijiste y que casi no leo.
Mi abogada llegó un poco tarde porque venía de dar clase, dejó sobre el escritorio un cuaderno y unas fotocopias sobre aborto no punible, hablaba poco y tranquila. Le mostré las cláusulas insólitas, las discutimos, te pusiste más rojo y te plantaste. Por esto tenía miedo, pero te las discutí a muerte, defendí mis puntos, con argumentos sólidos bajé cada una, tu abogada quedó en cero y te soltó la mano. Te di batalla en esa oficina para cuidarlo (el amor tiene que ser más grande que el miedo).
Imprimieron cuatro copias completas del nuevo acuerdo y firmamos. Estaba re nerviosa, me sentía sola, ¿vos también? y todo me parecía una mierda. Los días previos yo estaba re enojada con vos, lloraba, no podía creer lo que intentabas hacer. Pero cuando te enojaste me dí cuenta que había ganado.
Te vi llorar. Tuve el impulso de tocarte pero no lo hice y un poco me arrepiento,o un sentimiento parecido. Había contenido todas las emociones para tratar de ser inteligente y tranquila. Pero te desbordaste vos y en vos me vi a mí y éramos un poco lo mismo. Te vi sufriendo y dejaste de ser mi enemigo y quise que estés bien. Pero no te toqué. Te tapabas la cara y no viste que estiré la mano y la guardé.
Quiero que sepas que cuando te vi mal tuve ganas de abrazarte.
¿Llorabas de bronca o de tristeza?
Ahora que se me fue un poco el enojo y siento más bien pena, quiero que sepas que de verdad lamento que hayamos terminado así.
Quiero que sepas que cuando escucho Head On todavía pienso en vos.
También quiero que sepas que lo bueno no se rompe, que de este lado somos dos y si te metés con eso te va a caber. 
Mañana tomás un avión, yo me quedo y como siempre lo voy a proteger (la verdad es más grande que el miedo).